A mediados del siglo XIX (1850), los estadounidenses ya estaban pronunciadamente divididos en lo que respectaba al tema de la esclavitud. En el Norte, muchos se esforzaban por acabar con la esclavitud.
Los norteños se unieron a los grupos abolicionistas o antiesclavistas. Repartían panfletos en las calles. Hacían ferias y conciertos para recaudar dinero para ayudar a la gente esclavizada a escapar. El Ferrocarril Subterráneo y el desacato de las Leyes de Esclavos Fugitivos por parte de la gente del norte, enojaban a la gente del sur. En 1860, ya mucha gente del sur creía que la única forma de proteger la esclavitud y los derechos de los estados sureños era escindirse (separarse) de los Estados Unidos. Tenían pensado formar un país aparte. El presidente Abraham Lincoln dijo que sus acciones eran ilegales. Y envío al ejército de los EE. UU. a detenerlos. Eso condujo a sangrientos enfrentamientos entre el Norte y el Sur. La Guerra Civil empezó en 1861 y duró cuatro años. Cuando el Ejército de la Unión (del Norte) finalmente ganó, los afroestadounidenses en todos los Estados Unidos se convirtieron en personas libres.