Los volcanes tienen doble personalidad. Durante la mayor parte de sus largas vidas, están tranquilos.
Pero cuando destruyen cosas, salen en los titulares y hacen historia. Sin embargo, no siempre recordamos su lado bueno. Los volcanes nos dan montañas para esquiar, lagos para nadar y aguas termales para relajarnos. Además, en el interior de la Tierra, el magma contiene valiosos elementos como oro, plata, sulfuro, zinc y cobre. Mientras se enfría el magma, algunos de estos elementos forman minerales. Se endurecen en grietas y espacios entre las rocas, en donde los encuentran los mineros. El magma también calienta los sistemas de agua subterráneos, los cuales podemos aprovechar para generar calefacción y electricidad. A eso se le llama energía geotérmica, la cual es energía limpia y renovable. Las áreas volcánicas constituyen un hábitat único para animales y plantas. Y a veces, las capas de ceniza y roca volcánica albergan pistas importantes sobre la vida de hace muchísimos años.