Los indígenas de las llanuras vivían cerca de la naturaleza.
No veían separación entre el mundo natural y el mundo sobrenatural o espiritual. Creían que el poder sobrenatural llenaba cada parte de sus vidas y que su supervivencia dependía de vivir en armonía con este poder. Los indígenas de las llanuras recurrían al poder espiritual a menudo y de muchas maneras. Los curanderos y curanderas podían usarlo para curar a otros.