Algunos pueblos de la costa noroeste vivían en aldeas divididas en dos grupos llamados fracciones. Cada fracción tenía dos o más clanes. Los miembros de un clan se consideraban emparentados porque compartían el mismo antepasado espiritual. Los grupos de clanes supervisaban las reglas del matrimonio y brindaban ayuda.
Cada clan tenía tres rangos de personas: nobles, plebeyos y esclavos. Los nobles eran los miembros más ricos de su clan. Los plebeyos eran miembros respetados del clan, pero tenían menos riqueza. Las familias podían ganar o perder posición social aumentando o perdiendo su riqueza. Los esclavos eran personas capturadas que pertenecían a otros pueblos.
Por lo general, varias familias relacionadas vivían juntas en una casa de tablones, que era propiedad del hombre más rico. Los nobles del mayor rango se convertían en gobernantes. Tomaban decisiones sobre el trabajo, la caza y la pesca, las ceremonias y los ataques. Los gobernantes mantenían la vida del pueblo en función fomentando la cooperación entre la gente de todos los rangos.