En los desiertos de Norteamérica crecen flores de muchos colores. Al igual que cactus con espinas.
Correcaminos veloces van a toda velocidad. Tortugas gigantes avanzan a paso lento. Algunas áreas están vacías.
Otras partes tienen ciudades con mucha gente. Sin importar con qué intensidad mires, aquí no encontrarás camellos. Tampoco encontrarás leones, ¡ni pueblos nómadas!