Los primeros americanos fueron cazadores de caza mayor que llevaban lanzas fabricadas con hueso y piedra. Vinieron de Asia, pero no buscaban un nuevo lugar donde vivir.
Seguían los grandes búfalos y los mamuts lanudos. Perseguían y mataban esos animales para sobrevivir.
En Norteamérica había castores tan grandes como osos, pero no había aviones volando por los cielos y no se escuchaban las bocinas de los automóviles. No había pueblos, ciudades, autopistas ni centros comerciales. Los bosques eran densos y estaban intactos. Se dice que, en algunas partes del continente, una ardilla podía recorrer millas saltando de árbol en árbol sin jamás tocar tierra.
Después de miles de años, los primeros americanos desarrollaron muchas formas de ocupar la tierra. Algunos de ellos se establecieron en las costas. Otros fueron a vivir a los bosques, a las llanuras o en casas en los acantilados de los desiertos. En todos los lugares donde construyeron sus casas, usaron sabiamente los recursos naturales de la tierra.
Hacia 1492, la mayoría de los americanos se dedicaba a la caza y la agricultura. En el ártico, cazaban ballenas, focas y caribúes. En otros sitios, pescaban, recogían plantas silvestres y cazaban animales como búfalos y venados. Cazaban animales no para divertirse, sino para conseguir comida, refugio y ropa.
Cristóbal Colón llegó al continente americano en 1492. Veamos cómo era la vida en Norteamérica justo antes de que Colón llegara. Para conocer a los primeros americanos tendremos que dar un paso atrás hasta lo que llamamos “época precolombina”, hace más de 500 años. Si estás a punto para emprender el viaje, ¡vámonos!