Es difícil creer que estas sencillas herramientas representan la primera revolución tecnológica. No obstante, es de esta manera como ocurre el progreso.
Alguien inventa una herramienta simple para hacer un trabajo mejor, y luego, alguien la mejora. ¡Así es como la humanidad ha pasado de tener puntas de lanza a teléfonos inteligentes!