En 1967, Martin Luther King estaba ocupado planificando otra marcha en Washington. Llamada la Campaña de la Gente Pobre (Poor People’s Campaign), llevaría a miles de negros y blancos a la capital para exigir trabajos y salarios justos.
Había viajado a Chicago para tratar de acabar con la segregación en las escuelas y con las injustas prácticas de alojamiento de la ciudad. También había comenzado a oponerse de forma activa a la guerra en Vietnam. Pero su trabajo en la Campaña de la Gente Pobre se vio interrumpido cuando los trabajadores de la recolección de basura en Memphis, Tennessee, empezaron una huelga. Necesitaban que los ayudara alguien muy conocido y, un viejo amigo de King le pidió que fuera ese alguien. En marzo de 1968, King dirigió a 6.000 personas en una marcha en Memphis. Algunos jóvenes negros empezaron a tirar piedras y romper ventanas. Luego empezaron los saqueos. A King se lo llevaron a un lugar seguro. Pero sabía que tenía que regresar a Memphis para terminar su trabajo.