La Revolución Industrial en realidad nunca terminó.
Las nuevas tecnologías continúan llevando a las personas en direcciones inesperadas. Hace tan solo unas décadas, nadie poseía una computadora personal y la palabra Internet no existía. Actualmente, ambas cosas están redefiniendo el mundo. La industrialización siempre ha sido una bendición mixta. Con un ritmo de avances que se acelera cada año, la pregunta es: ¿podemos utilizar la tecnología sabiamente?