Imagina que vives en un barco por muchos meses. El barco siempre se encuentra en movimiento. Comes siempre lo mismo, día tras día, galletas endurecidas, carne salada y pescado.
El agua para beber se almacena en barriles debajo de la cubierta. Tu trabajo es cansado y difícil. Cuando las tormentas no sacuden el barco, el sol es intenso en la cubierta. Esta era la vida para muchos marineros que se unieron a los exploradores en las travesías a costas lejanas. Los barcos que navegaban eran construidos de forma especial para las largas travesías por mar… pero eso no significa que fueran cómodos.