Actualmente, la mayoría de los científicos cree que los terremotos son ocasionados por las placas tectónicas que cubren la Tierra. Los terremotos ocurren cuando las placas chocan tan bruscamente entre sí que acaban por romperse.
Las placas se mueven todo el tiempo, pero por lo regular la placa se dobla muy lentamente y no ocurren movimientos bruscos y repentinos. Finalmente, la placa ya no se puede doblar. Se rompe y vuelve a su forma original, como una banda elástica. Luego, ocurre un terremoto. A esta explicación se le conoce como la teoría del rebote elástico.
Cuando la placa se rompe, se libera una enorme cantidad de energía. Eso hace que ondas, conocidas como ondas sísmicas, se desplacen por la Tierra y sobre su superficie. El lugar en donde se libera la energía es el centro, o foco, del terremoto. Las ondas se desplazan hacia afuera del foco como las olas del mar.